El Parque Natural de El Montseny es una visita obligada para los amantes de la naturaleza. A tan solo 18 kilómetros de Granollers, este parque es un mosaico de paisajes mediterráneos y centroeuropeos de una biodiversidad increíble. Su naturaleza y la huella cultural que a lo largo del tiempo ha dejado el hombre presentan un valor que ha inspirado artistas e intelectuales.

El Montseny es visible desde Granollers, y es conocido en muchos lugares de Catalunya por las leyendas e historias que albergan sus bosques.

Se trata del único Parque Natural en todo Catalunya clasificado como Reserva de la Biosfera; una red internacional de espacios protegidos que son representativos de los principales ecosistemas del mundo.

La vegetación y la flora de El Montseny representan a la perfección las variaciones latitudinales que se encuentran en las zonas mediterráneas y los ambientes centro-europeos. Por eso, caminar por el parque es un viaje que recorre de norte a sur la flora y los paisajes de toda Europa.

Cuenta con unas 2.800 especies de flora, de las cuales un centenar son especies protegidas como la drosera, el helecho real, la hierba peluda, el tejo o la genciana amarilla.

Además, destacan especies endémicas, es decir, que solo se encuentran en este lugar, como la viola de El Montseny o la hierba de Sant Segimon.

En cuanto a la fauna, en las zonas altas del macizo habitan especies típicas de tierras centro-europeas y en las partes bajas se encuntran animales propios de los ambientes mediterráneos más meridionales.

Otro de los grandes atractivos de El Montseny es, sin ninguna duda, su patrimonio construido. Los megalitos de la Serra de l’Arca o los restos de la muralla ibérica de Montgròs son dos de sus elementos más antiguos que todo turista que visita el parque no puede dejar sin visitar.

La Edad Media era una de las épocas con mayor población en El Montseny. La población huía de la plana y se establecía en el macizo, lejos de la amenaza sarracena y bajo la protección de los castillos. Es entonces cuando se formaron los primeros núcleos de habitantes, constituidos por unas cuantas masías edificadas cerca de alguna iglesia o ermita. La mayoría de las construcciones son de estilo románico; modestas, en armonía con la montaña y de un gran valor patrimonial. A su lado encontramos obras de más entidad, que corresponden a los tiempos de recolonización de la plana. El Monasterio de Sant Salvador de Breda es el representante principal.

Además, existen diferentes castillos como el Castillo de Montclús o el Castillo de Montsoriu, el cual destaca por ser una de las construcciones medievales más valiosas del país, ya sea por su estado de conservación actual como por su localización estratégica.