Barcelona pasa por ser la ciudad más cosmopolita de España, pero la capital catalana es mucho más que una gran urbe con todos sus atractivos culturales y su historia. El turismo de naturaleza, los paisajes y la aventura se abren paso a apenas unas decenas de kilómetros de distancia. Te mostramos algunos parques naturales cerca de Barcelona que harán que en tu visita también haya hueco para la paz y el turismo tranquilo.
Parque Natural del Montseny
El Montseny es uno de los lugares más visitados por los barceloneses por su cercanía a la capital. Está enmarcado cerca de la comarca del Vallès Oriental, que es muy rica en espacios naturales. Granollers es la capital de esta comarca.
El entorno natural de Granollers es también muy rico en paisajes y espacios de interés, como el Espacio Natural de Can Cabanyes o el Paraje Rural de Palou, pero sin duda lo que más destaca en esta comarca es el Montseny.
El Parque Natural del Montseny es Reserva de la Biosfera por la UNESCO y acoge frondosos bosques con numerosas especies protegidas. Entre sus montañas se esconden numerosas rutas de senderismo que son transitadas por centenares de amantes de la naturaleza cada fin de semana. Un oasis de paz a menos de una hora de Barcelona.
Parque del Montnegre y el Corredor
Otro de los parques naturales en el Vallès Oriental, es el Parque Natural del Montnegre y el Corredor. Es la barrera natural entre esta comarca y el Maresme, está formada por dos unidades muy bien diferenciadas: el Montnegre y el Corredor. El primero es un terreno salvaje, abrupto, de gran extensión; mientras que el Corredor es más suave, más transitable.
En todo el espacio podemos disfrutar de bosques de alcornoques y encinas, además de muchos pinares, con robledales y pies de haya más en la zona del Montnegre. En cuanto a la fauna destaca la presencia de especies forestales mediterráneas, como la jineta, el lirón careto o la ardilla, y animales propios de ambientes centroeuropeos. Invertebrados, reptiles, pájaros de todo tipo y pequeños mamíferos, favorecen la presencia de depredadores como el águila.
Este parque es también un espacio cultural y etnográfico de gran valía, pues está habitado desde el Neolítico, con el dolmen de la Piedra Gentil y la Piedra Arca como vestigio de esa época. Por allí también pasaron íberos y romanos, y en la zona se conservan restos de los asentamientos de Turó del Vent y Puig del Castell.
Parque de la Serralada Litoral
El tercero de los espacios naturales cerca de Barcelona que te recomendamos no está en el Vallès Oriental, sino en el Maresme. Serralada Litoral es una cadena montañosa entre estas dos comarcas.
Más allá de su flora, donde aparecen encinas y robles, así como su fauna, muy mediterránea, lo más destacable es el aspecto geológico y paisajístico.
Todo este conjunto tiene mucho interés por su atractivo paisajístico y natural, pero especialmente por su relevancia histórica, pues alberga numerosos yacimientos prehistóricos e íberos entre los que se pueden señalar los dólmenes de la Roca d’en Toni, Can Gol y el poblado de Burriac. Precisamente en este punto está también el castillo de Burriac, Bien de Interés Cultural junto con los de la Roca y el de Castellruf.
Espacio Natural de Sant Miquel del Fai
Un último atractivo paisajístico de gran valor patrimonial es Sant Miquel de Fai, todo un espacio de 70 hectáreas entre los municipios de Bigues i Riells, Sant Feliu de Codines y Sant Quirze que está bañado por los ríos Rossinyol y Tenes, además de por las lluvias y el deshielo.
El conjunto ofrece todo un entorno en el que el agua y los bosques nacen a su antojo conformando un paisaje muy llamativo impregnado de cuevas de estalactitas y estalagmitas, pequeños estanques, saltos de agua y múltiples formaciones rocosas.
La belleza natural de este espacio se complementa con la Iglesia de Sant Miquel, que es lo que resta del monasterio del mismo nombre. De este lugar hay documentación del siglo IX, y ya ahí se referencia a una ermita del siglo VI.
Los parques naturales cerca de Barcelona ofrecen la oportunidad de alejarse del mundanal ruido de la capital y abrirse a una completa sensación de paz, sosiego y tranquilidad. Y todo ello, a menos de una hora de camino.